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A falta de piscina, buenas son duchas! Lo que sea con tal de refrescarse durante la época estival. Así lo pensó el interiorista Abel Pérez Gabucio, quien firma el proyecto de este ático de ensueño en Barcelona donde el eclecticismo contemporáneo se mezcla con piezas restauradas de los años sesenta, ochenta y actuales; y donde los tejidos naturales como el ante, el lino y el algodón aportan su dosis de calidez creando un entorno exclusivo.
La vivienda combina con maestría el azul mediterráneo que encontramos en las puertas y armarios de la cocina, con los paneles full size de latón y los cromados brillantes de las lámparas que dotan de fuerza a las líneas puras del proyecto, dando lugar a un ambiente chic y sofisticado en este ático con vistas al mar.


En la entrada, y contrapuesto al salón, un escritorio a modo de despacho donde destaca un cuadro marinero y un jarrón blanco y rojo también de Jonas Wagell.

Al llegar al salón, las vigas pintadas de negro se fusionan con los pilares metálicos en blanco roto y las boiseries de nogal con notas contemporáneas, permitiendo abrir este área al exterior, creando un único espacio.




En la terraza, una barra de piezas cerámicas de inspiración costera encuadra las vistas a los tejados de la ciudad con el mar de fondo.
Un mosaico de azulejos que reflejan la luz mediterránea, incluso en la ducha exterior doble colocada entre paneles de madera.


Para el dormitorio, el interiorista optó por cortinas de algodón y un cabecero invertido, todo en color crepúsculo, con dos lámparas Snoopy de Flos asentadas sobre las mesillas de cerámica esmaltada negra generando el contrapunto, ya que, tal y como dicen: menos es más.

Proyecto de interiorismo: ÀBAG.
Los áticos de tus sueños

